lunes, julio 23, 2007

Rojo

Como la tapa de mi libro. Como la publicidad del festival de teatro que comienza en septiembre. Como mi pelo que ya se está decolorando y volviendo naranja.

Como la noche del sábado, donde con Sol quisimos ir al Konex a ver la de Pensotti pero no había entradas, después quisimos ir a cenar a Los Rusos y no había mesa y después fuimos a una fiesta en El Conventillo de Teodoro, (donde es la lectura de Funes), y no había gente.

Tiempos y espacios que no están sincronizados.

Soy como el gato de Sol, ronroneo según el lugar que ocupo en el espacio.

Noche rara, donde me la pasé hablando de teatro, conversaciones que en parte podía seguir porque hice mucho tiempo de mi vida teatro...
Aunque hoy ya no haga teatro. Porque hubo un día en que me di cuenta de que no quería ser actriz.

Entonces, llegar a casa y tener la tranquilidad de saber que estoy donde quiero estar.

En Las enseñanzas de Don Juan, Castaneda estuvo varias horas hasta encontrar su lugar en el espacio, su posición, aquella en la cual no le pasaría nada.

Quiero escribir. Escribo. Como una ecuación matemática.

En este momento de mi vida ya no escribo con la compulsión que tenía antes. Escribo cada tanto, y a pesar de escribir de un tirón soy más consciente en el momento en que escribo, aunque ni yo, ni nadie, sepa lo que quizá decir.
Porque nadie lo puede saber. Porque lo que importa es el texto. El poema. Como si la escritura, a pesar de su fascismo de ordenar pensamientos, cobrara vida y se mantuviera a flote por si misma.

Hay muchas razones que lo llevan a uno a escribir. Yo no se porque empecé. Solo sé que, como le dije una vez a Beatriz Vignoli, no puedo no hacerlo.
Y eso me basta.

En esta época hablar de la nobleza de la profesión del escritor sería una estupidez. Y mucho menos del rol sagrado del poeta.

Oh, no!, dije poeta, por favor, la cruz, los ajos, el crucifijo

Escribir es crear mundos, pero también es cerrarlos.

Por eso hoy me quedo con lo que una vez dijo Marguerite Duras, autora de la que me volví devota en estos tiempos:

“Se escribe para mirar morir una mosca”

2 Comments:

Blogger L. said...

AHHHHHHH yo quería decir lo mismo! amé el diseño nuevo, me parece el mejor en años. Ahora, ojié la revistita y me quise morir. Voy a querer estar en todos lados.
Y la idea es teñirme en esta semana. De rojo, también.
bueno NUuuuuuuuuu (se te extraña).
Sigue La manzana en el gusano, no?
cuando leés vos?

saluds. Me gustó el post (remembering Pensotti que, casualmente, Sol hizo un monólogo de Vapor, una obra que me fascina el día que nos reencontramos).

Bueno, espero que nos volvamos a reencontrar en algún lado.
saludos srita roja!

12:12 a. m.  
Blogger Kely Lenna said...

una noche de noes te llevó a escribir sobre tu gran si... qué loco!

2:20 p. m.  

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